martes, 16 de agosto de 2016

Las 5 Fuerzas de Porter: Estrategia Competitiva

Este modelo fue diseñado por Michael Porter, economista e ingeniero estadounidense con un MBA en Harvard, para establecer el nivel de competencia de una organización a través de cinco fuerzas de su entorno cercano que influyen sobre ella. El modelo de las 5 fuerzas de Porter, como se lo suele conocer, permite identificar cómo factores externos de acción directa afectan a la competencia de la organización y así establecer una estrategia acorde.



Las 5 fuerzas de Porter son las siguientes:
  • Fuerza 1: El poder de negociación con los clientes.
  • Fuerza 2: El poder de negociación con los proveedores.
  • Fuerza 3: La amenaza de nuevos competidores.
  • Fuerza 4: La amenaza de productos sustitutos o alternativos.
  • Fuerza 5:  La rivalidad entre competidores ya existentes.
Las dos primeras son consideradas fuerzas de competencia vertical, y las otras tres fuerzas de competencia horizontal.


Fuerza 1: El poder de negociación con los clientes


Muchas veces los clientes, o compradores, son quienes tienen la capacidad de manejar los precios ya que pueden establecer cuánto están dispuestos a pagar. Si lo que pedimos no está acorde a los valores que esperan, es probable que no nos compren, que nos pidan un importante descuento o que finalmente compren a un mejor oferente. Esta amenaza se ve agravada cuando existe un mayor número de competidores en escena. La capacidad de negociación con los clientes es un aspecto muy poderoso, que hace a nuestro nivel de competitividad. 


Fuerza 2: El poder de negociación con los proveedores


Las reglas impuestas por los proveedores también pueden verse como una amenaza para nuestra organización. La dependencia con respecto a sus productos o servicios, ya sea por calidad o por disponibilidad, nos limita en nuestras decisiones. Es de suma importancia lograr desarrollar una capacidad de negociación con nuestros proveedores, logrando acuerdos de mutuo beneficio.


Fuerza 3: La amenaza de nuevos competidores


¿Qué debemos hacer cuándo un nuevo competidor aparece con un nuevo producto con ventajas sobre el nuestro? Lo que veníamos haciendo puede ya ser obsoleto, o no ser más rentable ya que debemos ajustar los precios al mercado para diferenciarnos. Tal como define Porter, existen siete barreras de entrada que, utilizadas inteligentemente, pueden permitirnos reposicionarnos competitivamente:

  • Economía de escala del 'lado de la oferta'. Mayor volumen de producción lleva, de manera inexorable, a una reducción de los costos.
  • Beneficios de la escala del 'lado de la demanda'. Hay que buscar la diferenciación de nuestro producto a través del agregado de valor y de mejorar la percepción de cliente sobre él.
  • Cambio en los costos. Se debe lograr un precio final al cliente que sea difícil de lograr o emular por parte de los competidores.
  • Necesidad de inversiones. Una inversión de capital adecuada, utilizada eficientemente en alguna mejora, puede lograr diferenciarnos de la competencia.
  • Ventajas en la incumbencia más allá de la escala. Es importante determinar alguna ventaja que nos haga más competitivos, más allá del volumen de producción. Quizás nuestra ubicación geográfica sea estratégica, o contemos con algún beneficio adicional con respecto a nuestros proveedores o la legislación.
  • Acceso desigual a los canales de distribución. Si poseemos un mayor número de canales de distribución, dificultaremos la aparición de competidores nuevos. Éstos no querrán compartir esfuerzos de promoción y ventas.
  • Política gubernamental restrictiva. La política de gobierno puede afectar directamente a nuestra ventaja competitiva, ayudando o perjudicando con alguna medida a los competidores. Estas medidas pueden estar relacionadas a la disponibilidad o aceptación de nuevas patentes, a leyes antimonopolio, a la fijación de precios o al estancamiento de la industria. 


Fuerza 4: La amenaza de productos sustitutos o alternativos


¿Qué hacemos cuándo un competidor aparece con un producto sustituto, un reemplazo directo, de menor valor? Probablemente los costos no nos permitan modificar nuestro precio final, llevándonos a una baja rentabilidad.



Fuerza 5: La rivalidad entre competidores ya existentes


La presencia de competidores posee muchos aspectos positivos para el cliente, pero son generalmente una amenaza conocida para nosotros como proveedores. Si hay en el mercado muchas otras empresas ofreciendo lo mismo que nosotros, será más difícil fijar los precios que deseemos, definir la rentabilidad esperada y tomar decisiones sobre modificaciones en los productos existentes o lanzar nuevos productos. Debemos tener en cuenta que la presencia de numerosos oferentes puede saturar el mercado, y retrasar el crecimiento, tanto de nuestra organización como de la industria en la que nos desenvolvamos.



El aspecto olvidado: la acción del gobierno


Si bien se tiene en cuenta a la acción del gobierno como una barrera de entrada, por medidas que pueden beneficiarnos o perjudicarnos por completo, muchos detractores del modelo de las cinco fuerzas sostienen que el mismo es incompleto. Consideran que el gobierno debería ser la sexta fuerza, ya que su peso es tan importante como el de los otros actores que se tienen en cuenta: competidores, proveedores y clientes. La intervención del gobierno puede afectarnos de manera directa, ya que una medida gubernamental puede limitarnos en cuanto al crecimiento, puede fijarnos precios o restringir aumentos y puede quitarnos flexibilidad y versatilidad en los cambios. Muchas veces, estas decisiones están basadas en una visión macro de lo que se espera de la industria en la que estamos inmersos, y no en el desarrollo de las organizaciones (quienes generalmente buscan el beneficio propio).  



Recomendamos leer...




' The Five Competitive Forces That Shape Strategy '
Michael Porter - Harvard Business Review (Enero 2008)



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miércoles, 10 de agosto de 2016

Genchi Genbutsu y el Círculo de Ohno

"Los datos en manufactura son importantes, por supuesto, pero le doy mayor énfasis a los hechos." TAIICHI OHNO

Genchi Genbutsu es uno de los conceptos más revolucionarios que introdujo el Sistema de Producción Toyota (TPS), y también uno de los más difíciles de asimilar y adoptar por los empresarios occidentales. La idea es muy sencilla: toda situación o problema es más fácil de comprender yendo al lugar real en dónde sucede. Esto permite obtener conclusiones mucho más objetivas que las que pueda entregarnos otra persona, o lo que veamos a través de indicadores o resultados. La expresión japonesa Genchi Genbutsu literalmente puede traducirse como 'lo local y lo real', aunque muchos lo asimilen como 'vaya y vea' o el ampliamente difundido 'go and see', denominación en inglés que adoptó esta filosofía. Al lugar real en donde suceden las cosas se lo denomina el genba (現場), término japonés cuyo significado es "el lugar de los hechos" o "la escena del crimen". Dentro de la filosofía lean, ir al genba (o gemba) y recorrerlo para analizar la situación es lo que se conoce como gemba walk (por la acción propia de 'caminarlo'), mezclando palabras del idioma inglés y el japones.


El Círculo de Ohno

"Observe la planta de producción sin preconceptos y con la mente en blanco. Repita '¿por qué?' cinco veces por cada problema." TAIICHI OHNO
Para muchos un mito, para otros no tanto. Se dice que Taiichi Ohno, destacado fundador del TPS junto a los Toyoda, instruía a los nuevos empleados de la planta con una técnica muy particular. Ohno dibujaba en el piso un círculo con tiza y hacía que el flamante empleado permaneciera parado durante horas dentro de él observando el proceso de fabricación. Lo curioso era que no daba un solo lineamiento, ni hacía comentario alguno al finalizar la jornada. Sólo se dirigía a ellos de manera cordial. Pero, ¿qué buscaba realmente? La respuesta está precisamente en la filosofía del genchi genbutsu. Ohno pretendía que el nuevo empleado viera por sí mismo los problemas en el propio lugar de ocurrencia. Esto hacía que su observación estuviera libre de subjetividad, del peso de opiniones ajenas, de teorización innecesaria. Por esta razón, el 'maestro' no hacía ningún comentario para no influir en el resultado. Real o no, el Círculo de Ohno no deja de ser sumamente interesante como concepto.

Jeffrey Liker, en su obra 'The Totoya Way' (2003) menciona a genchi genbutsu como uno de los 14 principios fundamentales del TPS. El reconocido autor tuvo la enriquecedora oportunidad de conocer en persona a Teruyuki Minoura, quien ocupó el puesto de presidente de Toyota Motor Manufacturing en los Estados Unidos. Transcribimos un extracto de la entrevista que Liker tuvo con Minoura, en la que se menciona el uso del círculo:
T.M.: El Sr. Ohno queria que dibujemos un círculo en el piso de la planta y luego nos decía que nos paremos dentro de él, miremos el proceso y pensemos por nosotros mismos.
J.L.: ¿Cuánto tiempo estuvo parado dentro del círculo?
T.M.: ¡8 horas!.
J.L.: ¡¿8 horas?!
T.M.: En la mañana, el Sr. Ohno nos pidió que permaneciésemos dentro del círculo hasta el almuerzo. Luego más tarde regresó el Sr. Ohno a chequear, y me preguntó qué veía. Y por supuesto, yo le respondí (reflexionando): "hubo muchos problemas con el proceso". Pero el Sr. Ohno no me oía. Sólo me observaba.
J.L.: ¿Y qué pasó al final del día?
T.M.: Ya se acercaba la hora de cena. El regresó a verme. No me dió ninguna retroalimentación, simplemente me dijo amablemente: "vete a casa".
(Fuente: 'The Toyota Way' - Jeffrey Liker, 2003)

Interesante, ¿no?. Más allá de ser una pieza irremplazable de la estructura del TPS, genchi genbutsu puede ser utilizado en infinidad de sistemas o procesos. Mirar en forma directa lo que está sucediendo nos permite reconocer, por ejemplo, fuentes de desperdicios (muda), tiempos mal utilizados, movimientos innecesarios u operarios con formación deficiente.

Algo a destacar es que la técnica aplica a todas las jerarquías dentro de la organización. Esto lo hace poderoso, ya que los gerentes y los altos directivos toman contacto directo con el proceso y no basan sus decisiones en comentarios de terceros. Gracias a esto, son posibles los cambios importantes y radicales. Los directivos deben 'ponerse las botas' y 'ensuciar sus manos' para comprender realmente lo que sucede y actuar en consecuencia, en pro de la mejora continua.


Recomendamos leer...


'The Toyota Way' - Jeffrey Liker (2003), versión original
'Las claves del éxito de Toyota' - Jeffrey Liker (2004), versión en español
'Toyota. Principios y fortalezas de un
 modelo de empresa' - María Daniela Pascual (2012)


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martes, 9 de agosto de 2016

Análisis FODA: básico y necesario

Una de las técnicas más conocidas de análisis de situación actual es el denominado Análisis FODA (también conocido como DAFO en español, o SWOT en inglés). FODA (SWOT) son las iniciales de los cuatro parámetros que caracterizan una situación, ya sea de una persona, un equipo de personas o una organización: 
  • Fortalezas (Strengths)
  • Oportunidades (Opportunities)
  • Debilidades (Weaknesses)
  • Amenazas (Threats)
De ellas, dos son origen externo (las oportunidades y las amenazas) y dos de origen interno (las fortalezas y las debilidades). Esto se representa generalmente mediante una matriz. Una correcta interpretación de nuestro estado actual, de nuestra realidad objetiva, nos permitirá tomar decisiones de manera mucho más efectiva. Para facilitar la explicación, nos hemos orientado al análisis de situación de una organización, pero puede aplicarse sólo a un grupo de personas, una persona, o algún proceso o sistema. Es un método algo trillado y aparentemente trivial, pero nunca está de más recordar su importancia por su facilidad de uso y su versatilidad.



¿Qué contempla cada parámetro?


Las fortalezas son todas aquellas virtudes, esas ventajas que nos destacan del resto. Son las cualidades que posee la organización que la hacen competitiva y que permiten dar un valor agregado al producto o servicio que se entrega al cliente. Por ejemplo, un buen servicio postventa, una cartera variada de productos, o un precio competitivo son ejemplos de fortalezas que puede tener la organización. Por el contrario, las debilidades son todas aquellas falencias que posee la organización: la falta de recursos, la mala administración, la presencia de procesos que entregan productos defectuosos, o un personal incompetente son sólo ejemplos de debilidades. Éstas nos colocan en una situación desfavorable frente a los competidores. Tanto las fortalezas como las debilidades no dependen del contexto, sólo tienen que ver con decisiones internas, de la propia organización. 

Pero una organización no está aislada de su contexto. No es un ente completamente independiente. Su actividad se ve afectada, tanto positiva como negativamente por infinidad de factores externos. Una organización es propiamente interdependiente y no puede estar ajena a lo que sucede 'afuera'. Aquí aparecen los otros dos parámetros necesarios para el análisis FODA. Por un lado, las oportunidades son aquellas cuestiones relacionadas con lo que sucede externamente de las cuales podemos sacar alguna ventaja competitiva (hasta convertirla quizás en una fortaleza). Por ejemplo, un competidor que sale de escena, o algún cambio en el mercado o la legislación en el que nuestro producto quede mejor posicionado. También son oportunidades las mejoras en las condiciones impositivas, como exenciones o formas de pago. Estas nos permiten reducir los costos. Estos factores externos, cuando influyen negativamente se convierten en amenazas: un nuevo competidor, o un nuevo producto, una modificación impositiva que recargue al precio final, etc. Todo lo relacionado a mejoras salariales también puede verse como una amenaza porque afecta en forma directa a los costos. Las restricciones, tanto de compra de moneda extranjera como de importación, son una amenaza bastante habitual durante el último lustro en países como Argentina o Venezuela. Afectan directamente al buen desempeño de las organizaciones, y lo hacen de manera desproporcionada en función de la dependencia o no de insumos importados para el desarrollo de la actividad. Esta dependencia podría verse también como una debilidad ya que es una característica inherente a la empresa.

En resumen, debemos reforzar nuestras fortalezas actuales y crear nuevas, eliminar o reducir todo lo posible nuestras debilidades, aprovechar las oportunidades y establecer estrategias adecuadas para afrontar las amenazas. Si hacemos foco en aumentar nuestras fortalezas y reducir las debilidades, seguramente las oportunidades se convertirán en nuevas fortalezas y las amenazas dejarán de serlo. Una correcta determinación y combinación de las fortalezas y oportunidades pueden llevarnos a un cambio sumamente positivo y a mejorar continuamente. La combinación entre debilidades y amenazas, mal administrada, puede convertirse en una mezcla letal que pone en riesgo la actividad y continuidad de la organización. La limitación al crecimiento se encuentra aquí. 



El Análisis CAME: un complemento ideal


Existe una técnica complementaria ampliamente utilizada, denominada Análisis CAME que consiste en establecer la estrategia correcta para atacar todos los puntos que hayan surgido durante el Análisis FODA. Este tema será tratado en otra publicación. Sin el análisis CAME, la realización de un FODA da una sensación de incompletitud. De nada sirve tener tantos datos, si no se va a realizar ninguna acción en consecuencia. La sigla CAME corresponde a las acciones que deben tomarse para cada parámetro de FODA:

  • Corregir las debilidades
  • Afrontar las amenazas
  • Mantener las fortalezas
  • Explotar las oportunidades 




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lunes, 8 de agosto de 2016

Las claves del Sistema de Producción Toyota (TPS): Las 4P y los 14 Principios

Estructura del Sistema de Producción Toyota
FUENTE: 'The Toyota Way' - Jeffrey Liker (2004)


El Dr. Jeffrey Liker, profesor de ingeniería industrial de la Universidad de Michigan, es el autor de 'The Toyota Way' (2004), un excelente compendio que destaca los principios que hicieron del Sistema de Producción Toyota (TPS - Toyota Production System - トヨタ生産方式) un modelo a seguir. 

¿Qué lo diferencia de los demás sistemas de producción? ¿Por qué llegó a ser tan exitoso? Analizando estos 14 Principios uno puede comenzar a responder estas preguntas. Para facilitar su comprensión, el autor dividió estos principios en cuatro categorías a las que denominó las '4P' porque cada una de ellas comienza con P en idioma inglés: Filosofía (Philosophy), Proceso (Process), Gente y Socios (People and Partners) y Resolución de Problemas (Problem Solving). El modelo de las 4P de Liker se representa gráficamente mediante una pirámide con base en la Filosofía y ascendiente hasta la Resolución de Problemas. Desarrollaremos cada categoría, detallando cada uno de los principios incluidos.

Modelo de las 4P de Toyota
FUENTE: 'The Toyota Way' - Jeffrey Liker (2004)

(I) Filosofía a largo plazo.


Como estamos acostumbrados, todo sistema o concepto de origen japonés constituye no sólo un modo de trabajar, de hacer las cosas, sino que tiene base en una filosofía, en un modo de pensar y ver las cosas. Una manera de vivir alineada con principios arraigados. Como filosofía oriental, TPS basa sus decisiones en el largo plazo, sin buscar resultados inmediatos y efímeros. Toda la organización debe estar alineada con la filosofía, y entender que no se busca únicamente el lucro.

Principio # 1: Basar decisiones de la dirección en filosofía de largo plazo, aún a expensas de metas financieras de corto plazo. 

(II) El proceso correcto producirá los resultados correctos.


Esta categoría se centra en los principios fundamentales que rigen el funcionamiento del pensamiento Just In Time (JIT). Contempla los principios que tienen que ver con lo operativo y estratégico del sistema.

Principio # 2: Crear un flujo de proceso continuo que lleve los procesos a la superficie.

Principio # 3: Usar sistemas pull para evitar la sobreproducción.

Principio # 4: Elevar la carga de trabajo (heijunka): 'Trabaje como una tortuga, no como liebre'.

Principio # 5: Construir una cultura de detener los problemas fijos, para conseguir la calidad correcta la primera vez.

Principio # 6: Las tareas estandarizadas son fundamentales para la mejora continua y el empoderamiento del empleado.

Principio # 7: Usar el control visual para los problemas no se escondan.

Principio # 8: Usar sólo tecnología confiable, testeada exhaustivamente que sirva a los procesos y la gente.


(III) Agregar valor a la organización desarrollando a su gente y socios.


Los socios y proveedores conforman una red de mutua colaboración. Son propiamente una extensión del propio negocio. El grado de participación en los cambios y las mejoras es fundamental.

Principio # 9: Generar líderes que entiendan profundamente el trabajo, vivan la filosofía y enseñen esto a otros.

Principio # 10: Desarrollar gente excepcional y grupos que sigan la filosofía de su compañía.

Principio # 11: Respetar la red extendida de socios y proveedores, desafiándolos y ayudándolos a mejorar.


(IV) Solucionar continuamente los problemas lleva al aprendizaje organizacional. 


Toyota posee un sistema muy particular de gestión del conocimiento, el cual será desarrollado con mayor detalle en otras publicaciones: el concepto de genchi genbutsu, que involucra a la gente en el análisis de un problema invitándola a ver las cosas por sí misma, personalmente en el lugar real de ocurrencia. Esto evita subjetividades propias de la abstracción o de basarse en opiniones o comentarios de un tercero. También se considera la importancia de nemawashi, como un método sumamente innovador de toma de decisiones basado en el consenso. Por último, dos conceptos ancestrales, que son la esencia de los sistemas de producción japoneses: la búsqueda de la mejora continua, el kaizen, y la auto-reflexión y el reconocimiento y aprendizaje de los errores: el hansei.

Principio # 12: Ir y ver por uno mismo para entender profundamente la situación (genchi genbutsu).

Principio # 13: Tomar decisiones lentamente, por consenso y considerando todas las opciones detalladamente, e implementar decisiones rápidamente (nemawashi).

Principio # 14: Convertirse en una organización que aprende a través de reflexiones constantes (hansei) y mejora continua (kaizen).



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viernes, 5 de agosto de 2016

El Método Taguchi, la Ingeniería Robusta y el Diseño de Experimentos

Gen'ichi Taguchi, estadístico e ingeniero japonés, fue uno de los personajes más importantes en el desarrollo de técnicas estadísticas para la mejora de los procesos de manufactura. Taguchi fue el principal propulsor de lo que se conoce como Ingeniería Robusta, método que apunta a una reducción en la variabilidad de los outputs de los procesos. Históricamente, se buscaba reducir la variabilidad de los procesos a través de la eliminación de las fuentes de ruido que la producían, algo bastante utópico y complejo de realizar. El Método Taguchi, en cambio, se basa en eliminar o minimizar los efectos de los ruidos, y no los ruidos en sí.

La variabilidad de los procesos son provocados por parámetros que no pueden ser controlados. A estos parámetros se los conoce como ruidos de proceso. El Diseño de Experimentos (DOE, por las iniciales en inglés de Design of Experiments) es una disciplina que permite analizar qué efectos provocan los ruidos sobre los procesos de manera cuantitativa. Esta relación causa-efecto es modelada mediante una relación funcional, la cual se logra con ayuda experimental. La información obtenida empíricamente permite entender el 'peso' de cada fuente de ruido sobre la variabilidad del proceso. Muchos parámetros de ruido podrán tener efectos considerables, otros leves, y otros despreciables.

Taguchi fue también el creador del concepto de ingeniería de calidad, que contempla control de calidad en línea y fuera de línea (on-line y off-line). El control en línea contempla toda actividad de control y mantenimiento de procesos, apoyado generalmente por el uso de gráficas de control. El control fuera de línea es un concepto algo más innovador y se utiliza en la etapa de diseño de los productos y los procesos involucrados. La técnica utilizada en este caso es el DOE.


14 pasos para el Diseño de Experimientos


El DOE se basa en datos empíricos. Éstos pueden ser obtenidos si se siguen los siguientes pasos fundamentales:
  1. Se define el objetivo del análisis, en cuanto al alcance, los costos y el fin.
  2. Se conforma un equipo de trabajo para el proyecto de mejora mediante DOE.
  3. Se especifica concretamente el problema. Se puede utilizar alguna técnica de análisis de problemas, como los Diagramas de Ishikawa o Pareto, cuyos datos se pueden obtener de un brainstorming.
  4. Se evalúa el entorno técnico y humano.
  5. Se define y valida el sistema de medida.
  6. Se construye el DOE, mediante ensayos de factibilidad y procedimientos específicos de trabajo.
  7. Se preparan los ensayos.
  8. Se ejecutan los ensayos.
  9. Se miden los ensayos.
  10. Se analizan los resultados, discriminando señal de ruido, y se realiza el modelado.
  11. Se eligen los valores óptimos de los parámetros.
  12. Se realizan nuevas experiencias para confirmar.
  13. Se informan los resultados.
  14. Se comparan los progresos obtenidos con los objetivos planteados en los primeros puntos.


La Función de Pérdida de la Calidad de Taguchi


La Función de Pérdida de la Calidad de Taguchi permite calcular y cuantificar cuánto nos alejamos del valor esperado (objetivo) de un parámetro en particular. Esta valorización se realiza en unidades monetarias. Cuanto más alejado esté el parámetro del valor esperado (objetivo o target), mayor será la pérdida monetaria asociada que se transfiere al cliente.
Función de Pérdida de Taguchi
Este crecimiento es exponencial y está definido por la siguiente ecuación:

L(x) = k · (x - T)²

en donde L(x) es el resultado de la función de pérdida, x el valor de la característica analizada, T su valor esperado y k una constante de conversión a unidades monetarias. Por lo tanto, si L = 0, estamos ante la calidad esperada. A medida que L se aleja de 0, en cualquier sentido, vamos perdiendo calidad y aumentando los costos. Existen límites de tolerancia, en donde L toma un valor máximo permitido: el Límite Inferior de Especificación  y el Límite Superior de Especificación. Se observa una diferencia con el enfoque tradicional de tolerancia, en el que se considera que dentro de los límites no hay pérdida alguna.

Enfoque tradicional del concepto de la tolerancia
(dentro de la tolerancia hay cero pérdida)




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lunes, 1 de agosto de 2016

Releyendo 'Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva' de Stephen R. Covey

Desde que uno se encuentra con este libro, sabe que no es un libro más. No es un libro convencional con principio y fin. Hay un orden preestablecido para leerlo y aplicarlo, pero uno puede (y debe) volver permanentemente a sus páginas. Una obra para tener a mano siempre.

Como todo best seller, existen infinidad de referencias, críticas, resúmenes, interpretaciones y experiencias sobre él. Trataremos de dar un enfoque distinto. Muchos se preguntarán, si llegaron aquí a través de nuestro espacio, qué tiene que ver esta obra con la temática de la calidad. Podemos decir que mucho. A lo largo de sus páginas conviven infinidad de conceptos basados en principios, en donde la mejora continua es el leitmotiv. En uno de sus hábitos (ya ahondaremos en cada uno de ellos) se establece la necesidad de plantear una meta para todos los ámbitos de nuestra vida: qué deseamos ser como personas, como esposos, como padres, como hijos, como integrantes de algún grupo o sociedad. El establecimiento de una meta permite que todo lo que hagamos, de ahí en adelante, se encuentre alineado con ella. Cómo administramos nuestro tiempo, nuestra energía, nuestras prioridades. Al ver el método completo uno puede darse cuenta que cada concepto del autor, cada paso, cada hábito, se encuentra en un orden asombrosamente natural y que no podía haber sido de otra manera. 

Pasaron casi 30 años de su primera edición, y prácticamente la obra está intacta. Poco intervino el autor para modificarla con algunos ejemplos de aplicación. Realmente no era tan necesario. Covey realizó otras publicaciones, pero todas giraron siempre en torno a la esencia de este libro. Los hispanohablantes contamos con la ventaja de disponer de una versión en español bien lograda y consistente, que transmite con fidelidad las ideas de la edición en su idioma original. 

Antes de comenzar con nuestra interpretación libre de la obra, aclararemos que no se trata de un libro de autoayuda, como muchos creen, ya que los conceptos en él vertidos pueden ser aplicados a personas, a grupos de personas o a organizaciones completas. Tampoco es un libro de 'soluciones rápidas', tal como aclara el autor. Los siete hábitos están cuidadosamente seleccionados y analizados, y se basan en principios sólidos, indiscutibles y universales. No deben confundirse principios con valores. Pueden estar alineados, pero nuestros valores no necesariamente estar basados en principios: Hitler tenía valores. Si nuestros valores están acordes con los principios fundamentales, el uso de ambos términos es indistinto.

Al comenzar esta publicación aclaramos que no se trata de un libro convencional. Uno puede leerlo por completo a la primera, pero no podrá aplicar paralelamente sus conceptos a la vida real. El desarrollo personal e interpersonal al que apunta el autor es un proceso gradual y que lleva tiempo. Quizás años. Implica ruptura de paradigmas firmemente arraigados, exige un replanteo de nuestra visión y nuestras prioridades. A través de lo que Covey define como el ‘continuum  de madurez’, una persona que se desarrolle y crezca de manera sistemática y sostenida pasa por tres estados. El estado básico es la dependencia, en donde todo lo que hacemos en nuestra vida precisa de la ayuda o la aceptación del otro. Por ejemplo, cuando somos niños y precisamos de nuestros padres para satisfacer nuestras necesidades básicas, como alimentarnos o higienizarnos. Pero también existen otros tipos de dependencia que pueden durar más tiempo, incluso años o toda la vida: la dependencia emocional (nuestro estado de ánimo depende del estado de ánimo o de las condiciones del entorno), la dependencia económica (no somos capaces de autosustentarnos económicamente y vivimos a expensas de otro) o la dependencia mental. Aparece aquí lo que el autor denomina el ‘espejo social’. Vivimos en función de lo que el entorno nos muestra que somos y no de lo que realmente somos o queremos ser. El siguiente paso es la independencia. Es una etapa más evolucionada, pero no por eso la óptima. Podemos independizarnos emocionalmente o económicamente. Nuestros actos dependen de nuestras decisiones y no están condicionados al entorno. La mayor parte de las personas alcanza este estado durante su adultez, y convive con él por el resto de sus días. Pero existe un grado aún más avanzado de madurez, la interdependencia. La interdependencia consiste en entender que además ser capaz de tomar mis propias decisiones, puedo unir mi capacidad con la tuya. El resultado obtenido será mayor que la suma de las partes que aportaríamos cada uno por separado. Es importante destacar que no hay atajos, no podemos pasar de ser dependientes a interdependientes sin antes conseguir ser independientes de manera plena. Covey hace mención a la ‘ley de la cosecha’, una ley natural que impide que podamos ‘engañar a la naturaleza’ haciendo trampa y evitando cumplir con los pasos adecuados. Tarde o temprano terminamos pagando el precio. El paso de la dependencia a la independencia es lo que Covey denomina la victoria privada; es el logro personal de convertirnos en seres que actúan libres de influencias ajenas. Los tres primeros hábitos buscan la victoria privada, la efectividad con nosotros mismos. Esto es un paso previo y necesario para pasar a la siguiente etapa, la victoria pública, la capacidad de ser interdependientes. Los tres hábitos siguientes se encargan de desarrollar estos requisitos. El último hábito consiste en el mantenimiento constante y sistemático de los seis hábitos anteriores. La verdadera efectividad se encuentra aquí. Generalmente se piensa que si somos realmente independientes somos efectivos, pero vivimos en un mundo interdependiente. Sería imposible abstraernos del contexto y, además, estaríamos desperdiciando la posibilidad de combinar nuestro potencial con el de otras personas y así lograr resultados extraordinarios e imposibles de obtener manera individual. 

Pero… ¿qué es un hábito?. Un hábito es la intersección entre el conocimiento (el ‘por qué’), la capacidad (el ‘cómo’) y el deseo (el ‘quiero’).

Hábitos efectivos.
FUENTE: Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva - Stephen R. Covey (1989) - Paidós

Victoria privada


Brevemente describiremos los pasos fundamentales para conseguir la independencia plena, la victoria privada, la efectividad personal. El primer hábito (‘Sea proactivo’) nos muestra que entre un estímulo y nuestra respuesta existe algo que es tan obvio como difícil de poner en práctica, la libertad interior de elegir. Si elijo responder mal a un estímulo cargado de negatividad, puedo elegir lo contrario. En resumen, el problema no está en lo que nos sucede, sino en cómo reaccionamos a lo que nos sucede. La proactividad es precisamente eso, tener la capacidad de elegir nuestra respuesta a lo que nos pasa y que podamos aprender siempre de ello. Ejemplificado a través de un caso extremo como el de Viktor Frankl, el autor nos invita a ver como triviales infinidad de situaciones del día a día en las que reaccionamos habitualmente de manera preestablecida, empeorando el problema o dejándonos en una situación de parálisis. Hay que romper el paradigma, ver lo que nos sucede desde otra perspectiva.
“El modo en que vemos el problema, es el problema.” STEPHEN R. COVEY 
Lo contrario a la proactividad, es la reactividad, el gran obstáculo del crecimiento y la mejora continua. Ser reactivo es actuar frente a los estímulos sólo por reflejo, o de manera defensiva. Sumado a nuestra manera poco inteligente de reaccionar a lo que nos sucede, muchas veces gastamos energía en solucionar problemas o preocuparnos por cosas que están fuera de nuestro alcance. Lo único que logramos de esta manera es frustrarnos. Las personas efectivas trabajan únicamente sobre lo que tienen influencia, sobre su círculo de influencia. Todo lo que nos preocupa, lo que ocupa nuestra mente, se ubica dentro de nuestro círculo de preocupación
Cambio de enfoque reactivo a proactivo
FUENTE: Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva - Stephen R. Covey (1989) - Paidós
Si actuamos positiva y proactivamente, nuestro círculo de influencia se hará cada vez mayor y tratará de ser superior al de preocupación. En esa instancia, nos preocuparemos únicamente sobre lo que tenemos influencia, sobre lo que podemos actuar y modificar.

El siguiente hábito ('Empiece con un fin en mente') se basa en el principio natural de que todo se crea dos veces. Para crear algo concreto, palpable, previamente debemos crearlo mentalmente, planificarlo, imaginarlo. En esta etapa debemos definir nuestra meta y visualizar claramente dónde queremos estar en cada rol de nuestra vida. Si nos viéramos en nuestro propio funeral, ¿cómo nos gustaría que nos recuerde la gente?. Qué tipo de padre queremos que recuerden nuestros hijos, qué tipo de amigo nuestros amigos. Este hábito nos propone escribir el guión de nuestras vidas, la misión personal. Esta misión debe ser única y debe contemplar todos los aspectos y todos los roles que desempeñamos en este mundo. Debemos ser incondicionales, y realizar nuestros actos alineados con esta misión, con los principios que subyacen. Una misión personal que se precie de tal debe estar accesible en todo momento para revisarla, reforzarla y mejorarla. Es nuestra constitución. Permite enmiendas, pero la esencia debe ser siempre la misma, la que rija nuestros actos y nos permita detectar desvíos y errores, para poder trabajar sobre ellos. El primer paso para la redacción de una misión personal es determinar en dónde se centra nuestro círculo de influencia actual. Nuestros actos pueden estar centrados en nosotros mismos (egocentrismo), en nuestro cónyuge (dependencia emocional), en nuestro trabajo, en el dinero, en los amigos, en los enemigos, en la religión. Nuestra realidad puede tener una combinación de ellos, o tener bien definido un centro. En todos los casos, esto seguramente está afectando a nuestra efectividad y debemos desplazarnos inteligentemente a un estado de armonía y equilibrio, siempre orientados hacia el cumplimiento de nuestra misión personal. 
“Lo que importa más nunca debe estar a merced de lo que importa menos.” GOETHE
En el tercer hábito (‘Poner primero lo primero’) Covey nos enseña a administrar nuestro tiempo y nuestras prioridades. Nos muestra la importancia de que todo lo que hagamos sea en función de nuestra misión personal. 'Poner primero lo primero' significa que debemos darle prioridad a lo realmente importante, en un mundo regido por las urgencias. Aparece aquí uno de los aportes más enriquecedores de Covey, la Matriz de la Administración del Tiempo. Todas las tareas que aceptamos realizar deben pasar por este filtro, que vincula importancia y urgencia. En el cuadrante I se encuentran las cosas importantes y urgentes, las denominadas crisis. Son importantes, debemos realizarlas porque está en juego algo relacionado a nuestra misión, pero debe ser ya. Por ejemplo, atender a un cliente importante que tuvo un problema y que puede poner en juego la continuidad de la relación comercial. Pero no deben ser una constante, no podemos vivir ‘apagando incendios’. En el cuadrante II aparecen las cosas que son importantes pero no son urgentes. Son las que están marcadamente relacionadas con nuestra misión, pero no hay fechas. Aquí están las cosas realmente importantes: la planificación, el desarrollo de nuevas relaciones, la reconstrucción de relaciones dañadas, el tiempo dedicado al ejercicio físico, al espíritu, al aprendizaje. El cuadrante III abarca todas las cosas que son urgentes, pero no importantes: reuniones improductivas, llamadas o interrupciones que no esperábamos. El cuadrante IV, por último, es el peor de todos. Todo lo que se encuentra en este cuadrante es una pérdida total de tiempo: mirar TV más tiempo de lo habitual, sólo por aburrimiento, dormir de más, actividades triviales, etc.
Matriz de Administración del Tiempo de Cuarta Generación
FUENTE: Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva - Stephen R. Covey (1989) - Paidós

El secreto: aumentar el tiempo que le dedicamos al cuadrante II. Esto hará que las crisis y urgencias (de cuadrantes I y III) ocurran con menor frecuencia. Para esto debemos utilizar el tiempo mal aprovechado en el cuadrante IV, el cual debe desaparecer por completo. Muchos piensan que el ocio y esparcimiento pertenecen al cuadrante IV, pero no es correcto. El ocio y esparcimiento sanos, que renueva energía, que enriquece, que fomenta relaciones, pertenece a lo importante y no urgente. Es decir, al cuadrante II. Un manejo correcto de la delegación personal es de vital importancia para el desarrollo de nuestra vida en el cuadrante II. Debemos liderar gente y administrar cosas, y no al revés.


Victoria pública


Al lograr la victoria privada, estamos en condiciones de trabajar sobre nuestras relaciones con los demás, en procura de la interdependencia. El cuarto hábito (‘Piense en ganar-ganar’) viene a romper el paradigma de que cuando uno gana otro tiene que perder, inevitablemente. En cualquier acuerdo, en cualquier negociación de la vida, existe la posibilidad de elegir la mejor respuesta posible: que ambos ganemos. Generalmente tendemos a querer ganar de manera tal que el otro tiene que perder, o somos sumisos y para dejar que otro gane (porque, por ejemplo, tenemos una deuda moral con él) debemos perder. Existen dos opciones posibles, tal como plantea el autor. O buscamos una mejor solución, de modo que ambos ganemos de la manera más óptima posible ('ganar-ganar'), o directamente acordamos que no podemos lograr esa solución: ‘no hay trato’ es esta segunda opción. Y cada uno por su lado.

Luego tenemos el quinto hábito, el más difícil de implementar, según pudo determinar Covey durante la infinidad de conferencias que brindó alrededor del mundo difundiendo sus conceptos. Este hábito (denominado ‘Procure primero comprender y después ser comprendido’) pone en evidencia uno de los grandes defectos de la humanidad. La mayoría de nosotros no escucha al otro para comprender, escucha para ir armando su respuesta. Eso nos impide lograr la empatía suficiente para entender la perspectiva de la otra persona y sacar el máximo provecho a las diferencias que puedan existir. 

El sexto hábito (‘Sinergice’) nos habla de que la suma de los aportes de dos personas dan siempre un resultado superior al que daría si sumáramos los aportes de cada uno por separado. Es decir, uno más uno da siempre más que dos, y no tiene límite superior. La sinergia es el pilar de todo equipo de trabajo.


El séptimo hábito: Afile la sierra


El séptimo hábito es, en sí, el hábito de la mejora continua. No podemos limitarnos a haber logrado una interdependencia sólida. Debemos nutrirnos de manera permanente para que se sostenga en el tiempo y nos permita mejorar día a día. ¿Cuántos de nosotros no se detiene a cargar combustible por estar ocupado manejando?.

Esta renovación permanente abarca cuatro dimensiones:
  • La dimensión física: a través de una nutrición saludable, ejercitación física sistemática y control del estrés.
  • La dimensión espiritual: a través de la meditación y el cumplimiento de compromisos alineados con nuestra misión.
  • La dimensión emocional y social: a través de la empatía, la comunicación positiva y la sinergia.
  • La dimensión mental: a través de la planificación y la formación permanente.
Está claro que todas las actividades mencionadas de renovación en cualquier dimensión, pertenecen al cuadrante II. 

Resumiendo, este libro es una fuente inagotable de conceptos que realmente pueden cambiar nuestra vida. Abre nuestra mente a un mundo distinto, con ideas a veces parecen tan triviales y fáciles de entender como complejas de llevar a la práctica. Ideas que buscan el equilibrio y la armonía en todos los aspectos de nuestra vida, de manera efectiva y basada en principios. Si aún no tuvieron la oportunidad de leerlo, este es un buen momento para comenzar. Si ya lo hicieron, es momento de redescubrirlo, de verlo siempre de distintas perspectivas y de actuar. Por eso debe estar disponible para consulta permanente. Dar el primer paso es difícil, porque tiene que ver con reconocer errores que hemos cometido toda una vida, pero es el paso más importante.