domingo, 26 de abril de 2020

Pensar rápido, pensar despacio

Uno de los libros más interesantes con los que me he topado, y que suelo recomendar habitualmente, es el publicado por el Premio Nobel de Economía 2002, Daniel Kahneman. "Pensar rápido, pensar despacio" (Thinking, Fast and Slow) nos muestra otra manera de ver el mundo. Mejor dicho, de pensarlo. Kahneman es un psicólogo con doble nacionalidad (estadounidense e israelí) cuyas investigaciones representan un cambio de paradigma en aspectos relacionados a la toma de decisiones. Es por esto, que tuvo tanta influencia en el campo de la economía. A punto tal, de obtener uno de los mayores galardones al que un economista puede aspirar, sin ser uno de ellos.

Pensar rápido, pensar despacio, se convirtió en un best-seller imprescindible para comprender el comportamiento humano, a través de un análisis pormenorizado de cómo el juicio y los sesgos afectan a la toma de decisiones. Cuando hablamos de decisiones, hablamos de cada decisión que tomamos, tanto las trascendentales, como las más triviales y cotidianas. Y es en estas últimas donde los sesgos nos juegan alguna mala pasada. 

La teoría planteada en este libro vino a reforzar anteriores investigaciones en este campo. La mayor parte de estas investigaciones fueron realizadas en conjunto con su principal colaborador y amigo, ya fallecido: el psicólogo israelí Amos Tversky.

El libro está dividido en cinco partes. La primera parte, nos muestra cómo interaccionan dos sistemas diferentes a la hora de tomar decisiones: un Sistema 1 que actúa automática e intuitivamente, y un Sistema 2 que se basa en argumentos más racionales. La segunda parte nos muestra la importancia de pensar estadísticamente, dejando de lado la causalidad y asociatividad con la que normalmente elaboramos nuestros pensamientos. A través de muchos ejemplos, nos muestra cómo actúan los sesgos en las decisiones que tomamos.  La tercera parte nos invita a reconocer nuestra ignorancia y a dejar de sobrestimar lo que sabemos y a subestimar el rol que el azar juega en nuestra vida. La retrospectiva aparece como la fuente principal de errores en nuestras elecciones. Esta parte está abiertamente influida por el concepto de cisne negro, desarrollado por Nassim Taleb, La cuarta parte es, quizás, la que aborda mayores aspectos económicos. Echa por tierra la suposición de que la mayor parte de las decisiones económicas que se toman son racionales, cuando no es así. La quinta y última parte plantea la disyuntiva de los "dos yo". Kahneman define dos tipo de "yo": el yo que experimenta y el yo que recuerda. Ambos tienen diferentes intereses, y entran en conflicto dentro de una misma persona. No siempre lo que nos produce bienestar en el yo que experimenta se ve reflejado posteriormente en el yo que recuerda, y al revés. Esta definición subjetiva de bienestar es utilizada tanto a nivel personal, como en sociedades.


Los conceptos de Sistema 1 y Sistema 2 son de vital importancia para entender el resto de los procesos y definiciones planteadas. En todo lo que hacemos actúa uno de los dos sistemas. Algunas veces es importante que reaccionemos rápidamente, utilizando nuestra intuición y la retrospectiva, y otras veces deberíamos dejarle tiempo al Sistema 2 que razone y tome decisiones más lógicas y probables (estadísticamente hablando). Ahondaré en el tema con mayor profundidad en otra publicación.


SI bien es un libro extenso (casi 500 páginas), lo que puede desmotivar hasta al lector más ávido, está muy bien planteado. Es ameno, y la traducción al español es más que aceptable. Hay tramos que son algo más técnicos, con conceptos psicológicos, estadísticos o económicos, pero salvando esta complejidad resulta muy interesante para el público en general. En contraposición, esta obra se encuentra en el top ten del Índice de Hawking a nivel mundial. Es uno de los best-selles más comenzados y menos terminados. Muchos lo abandonan por la mitad o lo leen por partes, por su extensión. Comparte el ranking con obras inmensas como el "Ulises" de Joyce, y "Una breve historia del tiempo" de Stephen Hawking (de ahí el nombre de este indicador). Particularmente, yo lo leí por partes, en orden pero espaciado en el tiempo. De la primera a la tercera parte me resultó más interesante, y de aplicación directa. Los casos son esclarecedores y nos dan una perspectiva diferente a nuestra manera de pensar todo lo que hacemos y cómo decidimos.






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domingo, 23 de febrero de 2020

Matriz Vester para la priorización de problemas

Una de las técnicas más utilizadas e importantes para la priorización de problemas dentro de un conjunto de ellos es la Matriz Vester, desarrollada por el bioquímico alemán Frederic Vester. Previamente es importante que identifiquemos mediante otra técnica los problemas que serán objeto de análisis (por ejemplo mediante un Diagrama de Pareto). La Matriz Vester nos ayudará a determinar cuáles son los prioritarios, sobre los que tendremos que comenzar a trabajar.

Esta matriz nos ayudará a correlacionar los problemas entre sí. Es decir, a identificar qué influencia tiene un problema sobre otro. Este grado de influencia deberá cuantificarse. En general, se utiliza la siguiente escala en función de la influencia de un problema A sobre un problema B:



En muchos casos de agrega una quinta variante, de valor 4 que representa una causalidad muy fuerte. Esta influencia de un cada problema sobre los otros se discute generalmente en un brainstorming.

Para armar la matriz lo que debemos hacer es colocar todos los problemas en forma horizontal (eje X) y los mismos problemas de manera vertical (eje Y), permitiéndonos tener todas las posibles combinaciones de un problema con cada uno de los otros. Debemos tener especial cuidado en el vínculo de un problema consigo mismo. Aquí el valor es 0 (como si no existiese correlación). Por ejemplo, si tenemos 5 problemas a analizar, el formato sería:



Aquí tenemos que pensar con la lógica causa-efecto. Es decir, qué influencia tiene un problema sobre otro determinado. Esto no es bidireccional. Es decir, que no es lo mismo la influencia que tiene el problema A sobre el B, que la que posee B sobre A. 

A los problemas en el eje Y los denominamos "pasivos" y los del eje X "activos". Debajo de cada columna sumamos los valores verticalmente y obtenemos el total de pasivos (suma de los valores sobre el eje Y). Luego, a la derecha de cada fila sumamos los valores horizontalmente (suma de los valores sobre el eje Y). Los puntos estarán dados por las coordenadas correspondientes al valor de suma X y el de suma Y. En el ejemplo:

P1= (6,7)
P2 = (8,5)
P3 = (5,6)
P4 = (3,4)
P5 = (5,5)


Al representarlo en una gráfica de coordenadas cartesianas obtenemos lo siguiente:



Luego hacemos una clasificación sobre los diferentes tipos de problemas. Para esto vamos a dividir a la gráfica en 4 cuadrantes bien diferenciados: problemas pasivos, críticos, indiferentes o activos



El cuadrante I (críticos) corresponde a los problemas que poseen gran causalidad (provocan otros problemas) y son causados a su vez por otros. Son los que hay que tratar con mayor prioridad.

En el cuadrante II (pasivos) se encuentran los problemas que poseen baja influencia, pero sí dependen de la existencia de otros problemas. Poseen, por lo tanto, un bajo activo y un alto pasivo.

El cuadrante III (indiferentes) contempla los problemas con bajo pasivo y bajo activo. Es decir que no influyen ni son influidos por otros problemas. Son los de menor prioridad

Por último, en el cuadrante IV (activos) se encuentran los problemas con bajo pasivo y alto activo. Son problemas que poseen gran influencia sobre otros, pero no se ven afectado por la existencia de los demás. Es muy importante su tratamiento, ya que eliminándolos o mitigándolos, reducimos la aparición de otros problemas.

Las divisiones están dadas por los valores correspondientes a la mitad del máximo valor total. En el ejemplo, el valor máximo de la suma de los pasivos (del eje Y) es 7. La división estará en 7/2=3,5. En el caso de los activos (del eje X), el máximo valor es 8. Por lo tanto la división del eje X estará en 8/2=4. Si lo vemos nuevamente en la gráfica cartesiana, con los límites identificados podremos determinar dónde se encuentra cada cuadrante.




En este ejemplo, gran parte de los problemas son críticos (P1, P2, P3 y P5). Sólo P4 tiene menor prioridad en su tratamiento, ya que es un problema pasivo. Es decir, que no causa otros problemas sino que es causado por alguno de ellos.Si previamente atacamos los críticos, este debería desaparecer o reducirse.

Esta técnica por sí misma no se utiliza para identificar problemas. Esto debe ser realizado previamente con cualquier otra técnica diseñada para tal fin. Es de suma utilidad cuando ya tenemos identificados los problemas y debemos priorizar su tratamiento.



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