Este modelo fue desarrollado por Kurt Lewin, psicólogo alemán nacionalizado estadounidense. Lewin se destacó por desarrollar teorías de grupo e investigar cómo funcionan las relaciones interpersonales dentro de las organizaciones. Para su modelo del cambio, utilizó la analogía del hielo. Un bloque de hielo posee una forma determinada, la del recipiente que lo contiene. Si se lo descongela, se convierte en agua. Al trasvasar esa agua a otro recipiente y volver a congelarlo, el bloque de hielo adoptará la forma del nuevo contenedor. Se trata, entonces, de un modelo de tres pasos. El primer paso es el descongelamiento, lo que representa salir del estado inicial. El segundo paso es el de trasvasar el líquido, el cambio propiamente dicho. Por último, volvemos a congelar el líquido, tomando la forma del recipiente que deseemos. Esto hace que sea un método ordenado o controlado. Uno define la forma definitiva que tendrá el bloque.
Se puede presuponer, que el buscar un resultado concreto y cerrado, va en contra del concepto de mejora continua. Esto no es así. El método sólo busca evitar una transición indefinida, sin cierre. Para que funcione como un proceso cíclico de mejora, debe aplicarse sistemáticamente.
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Primer paso: Descongelamiento
La primera etapa del proceso de cambio consiste siempre en comprender la situación actual. Todas las personas implicadas deben tener conocimiento pleno del punto de partida, y los recursos con los que se cuentan para cambiar lo que desea. Aquí la comunicación cumple un rol fundamental. Se debe crear la necesidad del cambio, a través de un liderazgo adecuado y de objetivos claros. Qué queremos cambiar, y qué no. Mediante reuniones e intercambio de opiniones, se pueden determinar los aspectos más importantes que deben ser atacados, los pasos a seguir, y la actitud a tomar ante una posible resistencia. Según Lewin, existen dos tipos de fuerzas: las que ayudan a que el cambio se realice (fuerzas impulsoras) y las que se resisten al cambio (fuerzas restrictivas). Estas fuerzas restrictivas surgen de los sectores que desean, por alguna razón, mantener el status quo. En general, en las organizaciones, estas fuerzas se mantienen equilibradas. Es un equilibrio casi estacionario. Para salir de este estado, y que el cambio funcione, las fuerzas impulsoras deben ser mayores a las restrictivas. Esto se logra de dos maneras posibles: aumentando las fuerzas impulsoras o disminuyendo las restrictivas. Una mejor solución es hacer ambas cosas, en donde el resultado es claramente superior.
El congelamiento es, en resumen, una etapa de puesta en común entre las partes interesadas y de planificación del proceso de cambio.
Segundo paso: Cambio
En esta etapa sucede el cambio. Se realizan todas las acciones necesarias para que ocurra, y se realiza un seguimiento sobre su avance. Se deben establecer, por lo tanto, mecanismos para implementar las acciones y para comprobar su efectividad.
Tercer paso: Congelamiento
Siguiendo con la analogía del hielo, el congelamiento consiste en estabilizar a la organización, a darle la forma deseada a los resultados. Los nuevos patrones de comportamiento deben ser reconocidos, e incorporados naturalmente por las partes interesadas, para que podamos garantizar su efectividad y su estabilidad en el tiempo.
El Modelo de Lewin se puede resumir según la siguiente curva, conocida como el esquema de la raíz cuadrada, por su similitud con el símbolo de dicha operación matemática:
Como se puede apreciar, la etapa del descongelamiento representa una situación estable determinada. El cambio aparece desglosado en dos fases. La primera es de disminución de la productividad (curva descendente), ya que cualquier modificación al comportamiento requiere de una adaptación que suele disminuir el rendimiento. Luego, la organización comienza a aumentar su productividad (curva ascendente). Una vez que alcanza el resultado esperado, la organización trabaja para mantener este estado de manera estable. Aquí estamos claramente, en la etapa de congelamiento. En la curva, se trata claramente de un estado estacionario que se encuentra en otro nivel, con respecto al inicial.
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